7 cosas que debes enseñarle a tu hijo al usar un teléfono inteligente
Criar hijos en la era digital implica que enseñarles a usar un teléfono inteligente o smartphone de manera apropiada se vuelve una necesidad. Ya sea porque nosotros tenemos un móvil que permite acceder a internet, redes sociales y diversos programas (“apps”) o porque ellos mismos en algún minuto tendrán uno, hay que aceptar que no se puede luchar contra la tecnología.
Entiendo que para muchos papás y mamás es complicado entender todo lo que se refiere a los celulares de última generación, sean iPhone o Android, pero vale la pena informarse y aprender. Sé que a todos nos falta el tiempo y por eso te comparto una lista básica de conceptos y cosas que debes de enseñarle a tu hijo cuando use un teléfono inteligente o smartphone. Estos consejos se aplican también para los tablets, ereaders con acceso a internet y los iPods, porque todos permiten que tu chiquito o chiquita se conecte a la red vía WiFi e incluso descargar muchas apps. Además, lee estos consejos antes de darle un teléfono móvil a tu hijo.
7 cosas que tu hijo debe saber al usar un smartphone
- No dar su información personal a extraños, incluyendo el nombre de su escuela o colegio, su dirección o lugares que frecuenta. Hay que tener cuidado especial al compartir fotos, ya que pueden salir los nombres de las calles, la dirección del hogar, el nombre de la escuela en el uniforme y otros datos que pueden ser aprovechados por algún loco. También hay apps que permiten chatear con extraños; asegúrate de prohibirle a tu hijo o hija el estar en contacto con extraños que pueden estar preguntándoles su edad, si se quieren juntar a jugar en un parque o incluso haciéndoles comentarios indebidos.
- No descargar apps sin el consentimiento de los padres. Este punto es importante no sólo porque hay programas que no son apropiadas para ciertas edades, sino por el costo en que se puede incurrir. Esto incluye opciones extra que están disponibles cuando usas un juego gratis y que requieren un pago adicional. Conozco el caso de un chico que gastó casi $800 dólares en gemas en el juego Clash of Clans, porque pensó que eran gratis.
- Los padres deben conocer la contraseña o password del móvil. No se trata de invasión de privacidad sino de tener conciencia de que el verdadero dueño del celular son los padres, no el hijo. Tener un teléfono móvil no es un derecho, sino un privilegio.
- Entender que no hay privacidad en internet. Cualquier cosa que se comparta deja de ser privada, no importa que sea un mensaje de texto o una foto en Snapchat que se supone que desaparece en segundos.
- Jamás usar las redes sociales ni los mensajes de texto para burlarse de los demás, hacer bromas pesadas, o acosar a otras personas. Nunca está de más recordárselo a nuestros hijos. También es bueno asegurarle a tu hijo o hija que debe de advertirte si en algún minuto es objeto de ciberacoso o bullying. Debes reiterarle que no tenga miedo de decirte y reafirmar que siempre puede confiar en ti.
- Tomar conciencia de que el uso de datos tiene un costo. Salvo que tengas un paquete de datos ilimitado, la realidad es que cada vez que accedemos a internet, descargamos una app o utilizamos las redes sociales, hay un costo asociado a ello. Si estás aprovechando una conexión de wifi, no tienes que preocuparte por esto, pero necesitas explicarle a tu hijo o hija. A veces el solo hecho de ver fotos en Instagram a través de la red celular te puede hacer incurrir en gastos extra si te pasas del plan de datos que tienes con tu proveedor.
- Entender lo fácil que es capturar, almacenar y compartir los mensajes y fotos que se envían privadamente. Muchos niños se olvidan que el mensaje privado que le enviaron a un amigo por Whatsapp puede ser compartido en cosa de segundos, lo mismo que una foto de Snapchat. Todos los teléfonos inteligentes permiten en segundos sacarle una foto a la pantalla y luego reenviarla a otras personas.
Infórmate lo más posible acerca de las apps que tu hijo instale en tu teléfono móvil o en el de él o ella. Aun cuando no las uses, es tu responsabilidad entender los riesgos antes de le permitas a tus hijos utilizarlas. Y cuando tengas dudas, ¡aquí estoy para ayudarte!
