7 razones para tener una huerta con tu hijo
Te tengo que confesar algo: sembrar y mantener el jardín no es mi fuerte. Aunque crecí en la ciudad donde no era usual ver a la gente cuidando sus huertas, veo el valor de enseñarle a los niños a disfrutar de la jardinería. Lo que sé del tema, lo aprendí en los veranos que pasaba en Ecuador de niña. Fue allá donde pude ver a la gente cultivando naranjas y mandarinas, entre otras frutas. Todo era tan bello y frondoso.
Los jardines son mágicos, son coloridos y están llenos de vida.
La idea de tener un jardín me encanta y sé que tiene multiples beneficios. Y aunque vivimos en la ciudad de Nueva York, tenemos la suerte de tener un espacio al aire libre donde hemos podido plantar berenjenas, calabacines, calabazas, albahaca, pimentones, cilantro, romero y hasta tomates.
Me fascina que mi hijo me ayude en el jardín y que pase tiempo afuera. Creo que es muy importante que los niños aprendan de donde viene la comida y el proceso de crecimiento de la misma.
Aquí te dejo algunas razones por las cuales plantar una huerta y cuidar el jardín con los niños es una excelente opción.
7 razones para tener una huerta familiar
- La jardinería es una oportunidad para aprender. No solo ayuda a aprender cómo crece la comida. Los niños pueden aprender sobre las diferentes cosas que puedes sembrar (flores, hierbas, vegetales y hasta árboles). Siembras una semilla, la riegas y ves cómo crece. Si siembras flores, las pueden cortar y regalárselas a algún ser amado. Cuando crecen los vegetales, pueden aprender a cocinar nuevas recetas con los ingredientes que recolectaron en la huerta.
- Los niños usan todos sus sentidos en el jardín. Pueden tocar la tierra, oler el pasto, observar diferentes colores y examinar los diferentes tipos de hierbas y vegetales que están creciendo en la huerta. También pueden escuchar a los pájaros cantar y observar los diferentes insectos y pájaros que viven en el jardín o cerca de él.
- Es más fácil que los niños prueben la comida que ellos mismos cosecharon. Si un niño te ha ayudado a cosechar los vegetales, hay más probabilidades de que los quiera probar.
- Los niños aprenden responsabilidad y paciencia. Los niños pueden aprenden que las plantas tienen que ser regadas y cuidadas, que hay tener paciencia y esperar que crezca.
- El jardín puede ser una excelente manera para fortalecer el lazo con los abuelos. Yo soy de ciudad y la verdad no se mucho sobre sembrar y cuidar jardines pero a mi papá le encnata. Tener un pequeño espacio donde puede tener un jardín le recuerda de su país de origen. Mi hijo disfruta estar en el patio y ayudar a su Papi y como bono, puede practicar su español también.
- La jardinería siembra curiosidad. Los niños se llenan de preguntas: ¿Por qué esta planta crece de esta manera? ¿Qué tan grande va a ser este árbol? ¿Los tomates son se diferentes colores? ¿Por qué algunas plantas necesitan más agua que otras?
- La jardinería es una excelente alternativa a ver televisión o jugar con aparatos electrónicos. Plantar un jardín o una huerta nos permite estar afuera e invita al ejercicio físico: cavar, pasar el rastrillo, regar las plantas.
Tener una huerta es sinónimo de aprender, de crecer y de crear lazos con nuestros hijos…¡Exactamente lo que queremos experimentar con ellos!
¿Ustedes siembran o cuidan el jardín con sus hijos? Te invitamos a compartir tus fotos y experiencias con nosotras.
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