A derribar los prejuicios y la ignorancia sobre el ser bilingüe
Ser bilingüe para mí siempre ha sido una ventaja y algo que me enorgullece. Le agradezco tanto a mis padres la educación que me dieron y el que siempre me enseñaron a hablar dos idiomas: el inglés y el español. En el colegio además aprendió francés y en un momento era capaz de traducir textos del francés al español. Lamentablemente, dejé de practicarlo y perdí la fluidez. Sin embargo, el hablar más de un idioma me ha abierto puertas en la vida y me ha ayudado a conocer mejor diferentes culturas.
Ahora que soy mamá, mis hijos también son bilingües. La única desventaja del bilingüismo para mí es que a veces mi cerebro se confunde o cuando estoy en la mitad de una frase, busco la palabra exacta y hay términos que simplemente no tienen traducción.
Tristemente muchos son incapaces de ver el ser bilingüe como algo positivo. Mientras veía el debate republicano anoche, una vez más quedaron en evidencia los prejuicios y la ignorancia de demasiados en los EE.UU. Por más que no comparta sus ideas, por suerte Jeb Bush y Marco Rubio trataron de hacerle ver a Donald Trump lo equivocado que está. Bush le dijo a Trump que le pidiera disculpas a su esposa Columba por todos los comentarios maliciosos que le ha hecho. Trump en otra ocasión había dicho que Jeb Bush habla “mexicano”. A esto se suma el que hace unos días la presentadora de televisión Vanessa Ruiz fue criticada en Phoenix por pronunciar bien las erres y las palabras en español. O que Sarah Palin llamó a los inmigrantes a hablar “americano”.
Estos son solamente algunos ejemplos de la ignorancia que veo todos los días. Mi colega José Díaz Balart también fue criticado el año pasado por ser bilingüe y hasta me parece ridículo que este tema siga siendo motivo de discusión. Nací en los Estados Unidos y estoy muy orgullosa de vivir en este país, pero eso no significa que no pueda valorar la herencia cultural chilena que recibí de mis padres o que no pueda hablar y escribir con fluidez en más de un idioma. No afecta mi lealtad. No afecta mi ciudadanía. No soy menos “americana” por hablar castellano además del inglés.
Es hora de que en vez de ver el ser bilingüe o políglota como un atentado contra los valores de los EE.UU. que se vea como un activo, una ventaja, una herramienta para construir puentes y entender otras culturas. Uno de los obstáculos a que este país siga creciendo y siendo líder en el mundo es la incapacidad de algunos de respetar las diferencias. La tolerancia y la libertad son dos valores fundamentales de este gran país pero si vemos cuántos apoyan a quienes han demostrado sus prejuicios, queda un inmenso camino por recorrer. Ojalá dejemos de quedarnos callados. Los EE.UU. puede ser un país mucho mejor si los valores sobre los cuales se fundó esta nación se ponen en práctica de verdad.