Las manos que temblaban
Hay imágenes que se te quedan grabadas en la mente. Algunas hasta te desgarran el corazón. Quizás no tanto por lo que muestran, sino por lo que implican.
Anoche mientras veía las noticias, vi algunos de los videos grabados por los estudiantes en Marjory Stoneman Douglas High School, en Parkland, Florida, a 40 minutos de mi casa. Las lágrimas no paraban de correr por mis mejillas. Los niños (porque para mí un adolescente sigue siendo un niño) documentaron lo que pudieron. Algunos textearon mensajes de amor a sus padres por si no sobrevivían el tiroteo número 18 en lo que va de este año en EE.UU.
Una imagen hizo que se me escapara un sollozo. Cuando entraron los policías a rescatar a los estudiantes de uno de los salones de clases, vemos las manos en alto de los niños. Todos obecedieron las órdenes de los policías. Pero había un par de manos que temblaban violentamente. Esa imagen lo decía todo. El temblor incontrolable de esas manos en alto delata el terror que reinaba en ese salón de clases. No vemos los rostros pero vemos el pánico.
My little brother just sent me this video of the swat team evacuating his classroom at stoneman douglas. So scary but glad he’s safe. @nbc6 @CBSMiami @NBCNews @wsvn @CBSNews pic.twitter.com/XNTtra221q
— Melody (@Melody_Ball) February 14, 2018
El video lo compartió Melody Bell, quien lo recibió de su hermano, un adolescente que estaba en ese salón de clases.
Esos niños pudieron salir y reecontrarse con sus familias. Pero este trauma los acompañará por el resto de sus vidas. Sé que el sufrimiento de ellos y los familiares de quienes perdieron hijos, padres, hermanos y amigos jamás se irá. Todo a causa de un asesino desalmado de tan solo 19 años que tuvo acceso a un arma semiautomática, diseñada no para defenderse, sino para asesinar a una gran cantidad de personas en poco tiempo.
Me rehúso a nombrar al asesino. No le daré más fama. Jamás podré entenderlo. Peró sí nombraré a las víctimas, como el guardia y entrenador Aaron Feis, quien murió salvando a otros niños.
Lo que sí haré es votar en conciencia por quienes apoyen un cambio real. Me cansé de la frasecita “thoughts and prayers” que significa “en mis pensamientos y oraciones”. Necesitamos acción. Me cansé de los políticos que se escudan en que los responsables de las muertes son los asesinos, como si quienes dispararon las metralletas hubiesen podido matar a tantas personas si no hubiesen tenido una metralleta o armas automáticas. Esos políticos se preocupan más por los dólares de la NRA (asociación nacional de rifles) que financian sus campañas, que por los niños que cada mañana van a estudiar a un colegio. Por las personas que van a rezar a una iglesia. Por quienes van a disfrutar de un concierto o bailan en una discoteca. Esos mismos políticos dicen que son pro vida y cuando se trata de defender las vidas de quienes les han dado el poder de hacer algo, se quedan callados.
¡Hasta cuándo! ¿Realmente creen que el derecho a comprar una metralleta es más importante que proteger la vida de las personas? No hablo de quitar el derecho a comprar un arma que pueda ser usada en defensa propia. Hablo de restringir el acceso a armas de destrucción masiva. Hablo de restringir el acceso a las armas. Una persona con problemas de salud mental no debería poder comprar una AR-15.
No sólo exijo un cambio. Espero motivar a todos quienes aman a sus hijos más que las armas, a que voten por personas que le den más importancia a la vida humana que a los dólares que reciben de la NRA.
No pierdo la esperanza. Nuestros hijos merecen más que el pánico y el terror que han enfrentado demasiadas víctimas de la violencia.
Mi más sentido pésame a quienes perdieron un ser querido en el tiroteo de Parkland y los demás tiroteos.
In English: The Hands Shaking In The Air