5 consejos para retomar tu relación de pareja después de ser mamá
Ser padres era, seguramente, un anhelo que tenían tú y tu pareja. La búsqueda, el embarazo, todo el proceso fue una aventura maravillosa que los unió mucho en la ternura, en los proyectos, en la fuerza para construir un mundo de a dos. El bebé por nacer era una bendición y una ilusión.
El día del parto fue intenso, lleno de adrenalina y, juntos, pasaron por el proceso. Fue una vivencia irrepetible con emociones desbordadas. Cuando tu bebé apareció, tu pareja seguramente te besó con lágrimas en los ojos… y después se desvaneció.
¿Se desvaneció? Es una metáfora. Por supuesto que está ahí, contigo… y con el bebé. Porque la realidad es que, desde que nació el pequeñín, al que amas más que a tu vida, ya no hay lugar para nada más. Al principio estabas tan abrumada que no lo percibiste, pero después de semanas o meses, al volver a la rutina de la vida diaria, te has empezado a dar cuenta de que tu relación de pareja on tu esposo quedó congelada en el día del parto o, incluso peor, está dando pasos hacia atrás agigantadamente. No sientes que tu relación de pareja esté yendo a ningún lado y quieres recuperarla. ¿Cómo hacemos?
Los cinco “must” para recuperar la relación de pareja
- Necesitas tiempo libre para poder volver a ser tú. La simbiosis con tu bebé es normal, también lo es estar absolutamente agotada, desear que otro cuide del niño y, al mismo tiempo, sentir pánico de no estar todo el tiempo junto a él. Pero es necesario que tengas un tiempo libre y tranquila. Busca alguien de tu absoluta confianza y empieza a dejar el bebé bajo su cuidado aunque sea media hora por día. Después, cuando te sientas cómoda, amplía el horario. Aprovecha para hacer esas cosas que necesitas como ir a la peluquería, un poco de gimnasia o cualquier otra cosa que amaras hacer antes del bebé.
- Una vez que tengas tu tiempo libre equilibrado, busca la compañía de tu pareja. Comparte con él cosas pequeñas y cotidianas A SOLAS. Un café juntos. Una película en el sofá, ir al cine, una cena fuera… poco a poco retoma las actividades de a dos. Tu pareja también necesita saber que es importante para ti.
- Cuando compartas estos ratos con él, habla de lo que él siente y de lo que tú sientes. Necesitas compartir honestamente lo que estás viviendo como mamá. Lo que te hace feliz y lo que te angustia. Hasta puedes bromear con cómo te sientes físicamente y aprovechar las galanterías y piropos con los que, seguramente, te va a responder tu compañero.
- Caricias, sonrisas, comunicación no verbal. Poco a poco el tema de la sexualidad va a aparecer entre los dos. Nunca tengas relaciones sexuales para conformar al otro. Entra de nuevo en el aspecto romántico de la pareja, provoca y deja que te provoquen. Permítete sentirte linda, sentir deseo y ser deseada. Solo cuando realmente tengas ganas, vuelve a tu actividad sexual. Pero en el periodo de transición no dejes nunca de hablar con tu esposo al respecto. Él quiere saber qué te pasa, qué sientes y si él sigue siendo el mismo para ti.
- Haz, mentalmente, equipos que tienen una intersección, el bebé. Un equipo lo componen la pareja y el bebé, como familia, como núcleo. El otro lo compone la pareja, solo y exclusivamente. Y el tercero es la relación tuya con tu hijo, al margen de todo lo demás. Las tres funcionan al mismo tiempo y tienen muchísimos puntos en común, no son excluyentes pero sí es necesario definirlas en algunas ocasiones. Así, cuando decides compartir con tu pareja, el equipo NO incluye al bebé. Aunque sea por un rato…
Veronique de Miguel es una escritora y bloguera bilingüe. Nació y se crió en España, donde obtuvo su licenciatura en Filología Anglo-americana (Filosofía y Letras) en la Universidad de Deusto pero en 1996 se trasladó a Buenos Aires, Argentina, donde hoy reside sola con sus dos pequeños hijos.