Cómo ayudar a niños y jóvenes que sufren maltrato y abuso
Hablar de violencia doméstica en niños y jóvenes es un tema difícil y doloroso pero necesitamos romper el silencio. Como mamá es un tema que me complica abordar, no te voy a mentir. Sin embargo, si no lo conversamos, no lograremos cambiar las cosas.
Cómo saber si tu hija o hijo sufren de abuso o maltrato
Una de las consultas que muchos se hacen es cómo darse cuenta de que un adolescente es víctima de violencia o abuso. Es decir, si hay señales de que tu hijo o tu hija están siendo abusados o maltratados. Los expertos coinciden en que si notas un cambio en el comportamiento de tu hijo, es el primer signo de que algo le puede estar pasando. Si se vuelve más reservado, empieza a dormir mal, pierde el apetito, no puede sentarse o demuestra temor o ansiedad al estar cerca de una determinada persona, puede ser señal de maltrato o abuso. También si ves un retroceso en el comportamiento, como perder el control de esfínteres. En los bebés es más complicado darse cuenta pero si ves moretones o hay muchas caídas sin explicación, es una señal de alerta.
Si ambos padres biológicos no viven con el niño o la niña, hay estudios que indican que aumenta el riesgo de sufrir de abuso sexual. Esto es algo que los padres divorciados deben tomar en cuenta y tener mucho cuidado cuando traen un novio o una novia a convivir cuando ya hay hijos. A modo de ejemplo, un tercio de los niños en los EE.UU. provienen de familias monoparentales o con un padrastro o madrastra pero representan dos tercios de los niños que sufren de abuso sexual infantil.
¿Qué hacer cuando tu pareja maltrata a tu hijo?
Si tienes sospechas de maltrato, lo primero es evitar que tu hijo esté a solas con tu pareja. Lo siguiente es acudir al pediatra para determinar si hay maltrato físico o a la policía si tú misma has notado moretones, fracturas, o alguna evidencia de abuso. Existe una línea telefónica gratuita a la que puedes llamar, el Childhelp National Child Abuse (800) 4-A-CHILD o (800) 422-4453.
Contrario a lo que se cree, los niños suelen decir la verdad, por más miedo que tengan porque si han sido abusados, la persona que los maltrata los amenaza de que si dicen algo le harán daño a otras personas o a sus mascotas.
Las parejas de los adolescentes también pueden ser abusadores
Por otra parte, conforme crecen los hijos, hay otro peligro del cual no se habla. Uno de 11 estudiantes de escuela secundaria denuncia ser víctima de maltrato físico por parte de su pareja. Las personas que sufren maltrato necesitan una persona que las escuche y les crea. Si quieres ayudar a alguien a salir de una relación abusiva, no le juzgues. Reitérale que no es su culpa que su pareja pierda los estribos o que la controle. Indícale que las relaciones de amor deben basarse en el respeto, no en el control, los celos o la violencia. Aliéntale a hablar con un profesional o una persona de confianza que la pueda orientar para resguardar su seguridad.
¿Cuáles son los posibles signos de maltrato entre adolescentes?
Estos son señales de posible maltrato de un joven o una joven por parte de su pareja:
- moretones, fracturas, esguinces o marcas sin explicación
- exceso de culpa o vergüenza sin motivo aparente
- reserva o distanciamiento de los amigos y familiares
- evadirse de la escuela o de eventos sociales con excusas que no parecen tener ningún sentido
Si tú o alguien que conoces está siendo víctima de maltrato, ya sea físico, sicológico o sexual, existe ayuda. Puedes llamar en los EE.UU. al National Domestic Violence Hotline al 1−800−799−7233 y pedir hablar con un consejero en español de manera completamente confidencial. Además, visita loveisrespect.org donde hay mucha información. Por último, puedes enviar un mensaje de texto para pedir ayuda: escribe “loveis” al 22522 y recibirás ayuda.
Aunque cueste hablarlo, debemos ayudar a quienes sufren de maltrato y abuso, especialmente los niños y jóvenes. Y si estás en una situación de riesgo, por favor busca la manera de protegerte. El amor verdadero no es control, ni dolor ni humillación. Se basa en el respeto y no es tu culpa si tu relación se ha vuelto abusiva.
Foto: cortesía de Hibr/Flickr