Tareas escolares: deja que tus hijos las hagan solos
Uno de mis logros como mamá fue que mis hijos aprendieran a hacer sus tareas escolares por sí mismos desde temprana edad. La clave estuvo en que siempre me mantuve cerca para orientarlos y aclarar dudas, pero sin intentar resolverlas por ellos. Conversar con sus maestros fue muy importante para empaparme del contenido de las clases y así guiarlos, pero sin mayores intromisiones.
Progresivamente, su creatividad comenzó a despertar, fueron aprendiendo a completar los deberes escolares como algo útil y divertido, hasta que se les convirtió en un hábito. Hacer sus tareas escolares diariamente pasó de ser una obligación a una aventura en la que aprendían a pensar. Pero ¿cómo lograr los mejores resultados?
Consejos para que tus hijos hagan solos sus tareas escolares
1. Crea una rutina. ¿Dónde? Escoger un lugar permanente es fundamental porque les evita distraerse con el televisor, o con otras interrupciones. Disponer en ese lugar de un espacio dónde organizar lápices, crayones, cuadernos, tijeras y reglas, ayudará a que mantengan la concentración y a no perder tiempo a la hora de comenzar la tarea.
¿Cuándo? Que los niños decidan. Algunos prefieren hacerlas inmediatamente al llegar de la escuela, otros, luego de merendar, la mayoría, después de jugar al aire libre. Si ellos escogen el momento, entonces completarán sus deberes con mayor motivación y entusiasmo. Lo que sí se debe evitar es que esto ocurra poco antes de irse a la cama porque el tener la mente ocupada puede dificultarles conciliar el sueño.
2. Orienta, no corrijas. Es inevitable que los niños cometan errores y lo curioso es que mientras más inteligentes son, más errores cometen porque se aventuran a descubrir cosas nuevas. A los míos suelo celebrarles el esfuerzo que realizan más que su inteligencia y, de ese modo, han logrado una mayor confianza en sí mismos y aprendido a ser persistentes. Las tareas permiten saber cuánto han aprendido y miden el progreso de su aprendizaje: son el reflejo del contenido de las clases. Aquí debe ser hecho el mayor esfuerzo para que los niños afirmen su independencia y desarrollo.
3. Enfrenta las tareas como un desafío. Hacer una tarea significa que nuestros hijos se vean frente a retos que los impulsan a nuevas experiencias. Allí es posible que surjan contratiempos y frustraciones. Cuando ello ocurra, lo primero es hacer pausas en la elaboración de cada trabajo de manera que recuperen fuerzas para hacer un nuevo intento. Motivarlos, reforzarlos, entusiasmarlos, es el mejor método para lograr el éxito.
4. Enfócate en el resultado gratificante. Mi hijo mayor, es un basquetbolista de razón y pasión. A sus 14 años ha convertido a la pelota de básquet es su compañera insustituible, su confidente y, quizás, su apoyo más íntimo ahora que transita por la adolescencia. Hace poco llegó con una tarea: escribir un ensayo sobre el evento que lo había impactado más en su vida. Me dijo que escribiría sobre su encuentro con la pelota, el día que supo que esa sería vida. Se acercó a preguntarme cuál sería un buen ángulo para su historia y le sugerí que se refiriera a la pelota como si de su primer amor se tratara. Y escribió un ensayo que me reafirmó la importancia de estar allí, pero de dejar que los hijos hagan sus tareas escolares en forma independiente.
¿Cómo ayudas a tus hijos con las tareas?