Cuida lo que comes durante el embarazo 

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Nuestra alimentación siempre es un tema relevante, pero es más importante aún cuidar lo que comes durante el embarazo.

La alimentación en el embarazo

Cuando las mujeres se quedan embarazadas, les surgen una multitud de dudas. Por ejemplo, qué deben comer y qué no durante la gestación.  Además, sus cuerpos experimentan grandes cambios hormonales, algunos de los cuales también cambian su sistema inmunológico.  Todo esto las hace más susceptibles a los patógenos transmitidos por los alimentos, un riesgo que también comparten con sus fetos. Por ello es muy importante cuidar el manejo de los alimentos y así prevenir las enfermedades transmitidas por estos.

Como quizás ya sabes, algunas de las complicaciones relacionadas con enfermedades transmitidas por los alimentos incluyen:

  • nacimientos prematuros
  • meningitis
  • retrasos mentales
  • infecciones o sepsis
  • nacimientos de un niño sin vida
  • abortos espontáneos. 

Por esta razón hay que estar alerta en todo momento. Y aunque no hay un enfoque de “riesgo cero” que podamos tomar para evitar las enfermedades transmitidas a través de los alimentos, podemos reducir los riesgos al máximo. Sólo deberás seguir ciertas pautas a la hora de preparar y consumir los alimentos durante este tiempo. 

Cuida lo que comes durante el embarazo 

Evita ciertos alimentos y maneja otros con extremado cuidado

Para evitar las enfermedades transmitidas por los alimentos, puedes segur algunos consejos para comer de forma segura durante el embarazo. ¡No importa los antojos que tengas!. Intenta evita los alimentos que te enumeramos a continuación, ya que estos pueden causar estragos y peligros durante el embarazo. (Información obtenida de stopfoodborneillness.org):

  • Leche cruda  y productos lácteos en general sin pasteurizar. Si en la etiqueta de quesos como el Brie, Camembert, Roquefort, Feta o el queso fresco no indica explícitamente son pasterizados, es mejor que los evites. ¡Estos incluyen aquellos que te dan en el supermercado!
  • Pescado y marisco crudo, como las ostras, almejas, mejillones y vieiras. Incluyendo los refigerados y ahumados. Y por supuesto, los productos de untar de carne o pates. Lo sentimos, ¡por un tiempo tendrás que decir adios al sushi!
  • Platos que contengan huevo crudo o ligeramente cocinado. Esto incluye aderezos para ensaladas, masa de galletas o pasteles, salsas, helado casero, ponche no pasteurizado y merengues. Los huevos pasteurizados con cáscara y los productos líquidos de huevo son mucho más seguros.
  • Carnes crudas o poco cocinadas: como la carne molida o picad, como el tartar o el carpaccio. Esto también incluye las aves de corral y el pescado.
  • Ensaladas preparadas y empaquetadas, listas para el consumo que contengan jamón, atún o patata. Al igual que las ensaladas de mariscos.
  •  Brotes crudos de todos las clases que no estén bien lavadas por nosotras en casa.
  • Zumos de frutas o vegetales no pasteurizados, incluyendo sidras. Si te apetece comprar un smoothies, pregunta si lo que  están usando está pasteurizado. De lo contrario o si no lo saben….es mejor que los evites.
  • Productos sin lavar. Elige productos frescos, que no parezcan dañados. Además lava muy bien toda la fruta y los vegetales con agua potable, incluyendo limones, melones, y otros productos que tengan cáscara. Aunque se tengan que pelar, también hay que lavarlos.
  • Buffets de ensalada y smorgasbords. Sabemos que estarás cansada y no querás cocinar. Pero cómo dice el dicho: es mejor prevenir que curar.

Si sigue todas estos consejos podras reducir la posibilidad de intoxicaciones alimentarias y la posibilidad de contraer enfermedades trasmitidas por los alimentos como la Listeris, la E. Coli o la Salmonela.

Ten especial cuidado cuando cocines o comas

Durante estos meses de grandes cambios debemos tener mucho cuidado al preparar y consumir la comida.  Prioriza la seguridad alimentaria tomando las siguientes precauciones.

  • Lávate las manos con frecuencia, al menos por 20 segundos. Usa agua tibia con jabón antes y después de manipular la comida, y después de usar el baño, cambiar pañales, tocar animales o la comida de estos. 
  • Limita el uso de antiácidos. La ingestión de antiácidos incrementa el riesgo de enfermedades transmitidas por los alimentos ya que estos reducen los ácidos del estómago que controlan las bacterias del mismo.
  • Cuando salgas a cenar, presta gran atención a los registros de seguridad alimentaria del establecimiento. En State public health websites  tendrás la información sobre las inspecciones. Y sobre todo evita todos los lugares que parezcan insalubres.
  • Sigue siempre las prácticas de manejo seguro de alimentos. Limpiar, separar, cocinar, enfriar, lavar a menudo las manos y las superficies donde manipulemos los alimentos, cocinar a temperaturas seguras y refrigerar los alimentos rápidamente después de que se enfríen. 
  • Para más información sobre este tema puedes acudir a la página www.stopfoodborneillness.org.

Estate alerta a los síntomas de las enfermedades transmitidas por los alimentos durante el embarazo

Los síntomas provocados por las enfermedades transmitidas por los alimentos pueden ser severos y difícilmente detectadas por las mujeres embarazadas ya que pueden confundirse con síntomas normales del mismo, como las náuseas matutinas o incluso una gripe leve. Los síntomas pueden aparecer inmediatamente o semanas después de haber tomado los alimentos contaminados. Si tienes síntomas pasajeros parecidos a los de esta lista, contacta lo antes posible con tu doctor. 

Síntomas que debes observar:

  • Fiebre
  • Dolores musculares
  • Dolor de cuello
  • Dolor de cabeza
  • Náuseas o vómitos
  • Diarrea
  • Calambres abdominales
  • Inflamación de los ganglios linfáticos

Es muy importante cuidar lo que comes durante el embarazo. Te decimos qué precauciones tomar para evitar enfermedades transmitidas por los alimentos.Tener la información necesaria te puede ayudar a cuidar lo que comes durante el embarazo, pero no se trata de asustarte. Tomar las precauciones necesariar protege tu salud y la del bebé que viene en camino, pero no es motivo para aumentar tu nivel de ansiedad.  En todo caso, cada vez que tengas dudas o sientes que algo no te gusta, por favor consulta a tu médico. No hay preguntas tontas, especialmente cuando se trata de tu salud.

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