8 consejos para recuperar la energía si estás cansada
En esta era digital en el que las amistades, los saludos de cumpleaños y hasta los álbumes de fotos son virtuales, es fácil olvidar lo real que es la falta de energía y el cansancio de las mamás y las mujeres de hoy. No importa cuánto nos ayude la tecnología, siempre hay un límite a lo que podemos hacer cada día. Mal que mal, hay 24 horas diarias y no más, aunque se nos olvide.
El problema es que vivimos bajo la ilusión de que hay tantas cosas que nos ayudan a ser más productivas y eficientes con nuestro tiempo, que creemos que podemos hacer más de lo que físicamente es posible. Nos dividimos entre demasiados roles y finalmente nuestro cuerpo y nuestra salud nos pasarán la cuenta. Si a eso le sumamos las demandas emocionales de la maternidad, llega un punto en que es natural que veamos a las madres al borde del colapso.
Ese colapso a veces se evidencia con ojeras, bostezos, impaciencia e incluso mal genio. Es hora de que recuperes tu energía, ¿pero cómo?
¿Cómo combatir el cansancio?
Si reconoces que estás cansada, más allá de lo obvio (descansar más), aquí tienes unos consejos para sentir más energía:
- No te saltes comidas.
- Si es posible come porciones moderadas o pequeñas cada tres horas.
- Trata de comer balanceadamente, combinando proteína con carbohidratos complejos para que sientas saciedad y energía por más horas.
- Toma mucha agua. Muchas veces al correr de un lado para otro, olvidamos hidratarnos adecuadamente. Es preferible el agua a las gaseosas.
- Haz una lista la noche anterior con las cosas urgentes que necesitas hacer el próximo día.
- Deja un tiempo para ti misma sin obligaciones de ningún tipo cada día. El solo hecho de apuntarlo en tu agenda te dará un respiro visual y te ayudará a no olvidarte de tus propias necesidades.
- Evita los alimentos con mucha azúcar, ya que sentirás energía por un rato corto y luego te sentirás aun más cansada.
- Si te notas más irritable de lo habitual, es señal de que necesitas una ayudita. Pídele a alguien que te apoye con los niños y sal a caminar o haz alguna actividad que te de un respiro. Si cuidas de tus padres o un adulto mayor, también es necesario que puedas darte un descanso de vez en cuando para mantenerte saludable tanto física como emocionalmente.