Consejos para mejorar tu vida
Si deseas mejorar tu vida, es importante considerar si acaso podemos cambiar lo que no nos gusta y retomar el control.
Hay quienes te dirán que la gente no cambia y que el control es una ilusión. Por más que tienen razón en la mayoría de los casos, he descubierto que sí hay cosas que podemos cambiar y controlar.
Qué no podemos controlar ni cambiar
Empecemos por lo obvio. No podemos cambiar ni controlar el pasado, ni lo que los demás nos hacen ni cómo son las otras personas. Si aun no lo aceptas, es hora de que lo hagas. Ahorrarás mucha energía que puedes destinar a cosas positivas o proyectos que tienen el potencial de lograrse. No es por asumir una actitud derrotista, sino realista.
3 cosas que puedes cambiar en tu vida ahora mismo
Sin embargo, ahora evaluemos lo que sí podemos cambiar.
- Podemos modificar cómo enfrentamos lo que nos sucede. Si sientes que eres muy pasiva y que dejas que las cosas te sucedan, puedes decidir que desde ahora asumirás un rol más activo, en el que TÚ decidirás qué hacer. Ojo: recuerda que es una elección NO decidir algo. Es normal sentir tristeza o desilusión cuando las cosas no andan como deseamos, pero es más saludable ver qué hacer con esas emociones y encontrarle propósito a ese dolor.
- Sí podemos aprender a controlar nuestras reacciones y con nuestras acciones, cambiar nuestro futuro. Aun cuando nazcas con ciertos rasgos de personalidad, puedes pulirlos en el camino, ya sea porque has aprendido lecciones muy dolorosas o porque te has dado cuenta de que quieres ser más feliz y tu manera actual de encarar las dificultades no te está funcionando.
- Somos capaces de adquirir conocimiento y herramientas para evitar cometer los mismos errores y cambiar hábitos que nos afectan negativamente. Es decir, podemos modificar nuestros comportamientos en el futuro.
Qué pasos seguir para mejorar tu vida
- Primero necesitas conocerte a ti mismo.
- Luego, aceptarte con lo bueno y lo malo.
- También debes hacer las paces con tu pasado, ya que no puedes cambiarlo. Si puedes, verás que perdonar a los demás y perdonarte a ti mismo por los errores que hayas cometido o por las cosas que no supiste hacer para defenderte cuando alguien te hizo daño, te hará mucho más fuerte.
Encuentra la manera de internalizar esas lecciones, para que así no cometas los mismos errores en el futuro.
¿Por qué hago tanto énfasis en la fortaleza que vamos adquiriendo? Porque es lo que te permitirá avanzar y cambiar lo que sí puedes modificar. Demasiadas personas se quedan en el rol de víctima en vez de darse cuenta de que al sobrevivir algo traumático o doloroso, adquirieron algo que no tiene precio: saber que uno se puede sobreponer a los golpes o las caídas que se sufren en la vida. Pasar de víctima a sobreviviente es un paso gigantesco y te permite recuperar el control y el poder que estaban en manos de otros.
La importancia de poner límites
¿Estás cansado de sentir que te pasen a llevar? Intenta ponerle límites a los demás y decir “no” o “basta”. Lo mismo ocurre con esas amistades tóxicas, en que pareciera que te roban toda tu energía y esperan tu entrega total pero no te dan nada de peso a cambio. Por otra parte, si sientes que en tu trabajo o tu familia te usan, atrévete a ponerle freno a la situación. O por lo menos decide que tú también usarás a esas personas para tu propio provecho. Nuevamente es cosa de retomar el poder y el control. Si tú decides darle a otro la capacidad de utilizarte para algo, valórate y asume las riendas al evaluar cómo utilizarás a esa persona a cambio. Hasta los padres necesitamos tener límites.
El autocuidado es esencial, no un lujo
¿Estás cuidando siempre de los demás pero estás simplemente agotada? Haz un esfuerzo y asegúrate de que seas una prioridad para ti misma. Ello implica cuidar tu salud, dormir y también tener diariamente un tiempo para ti, por breve que sea. En el caso de las mamás, como yo, esto es muy obvio pero se nos olvida. Hacemos esfuerzos extraordinarios por lograr que nuestros hijos y nuestros hogares estén bien, pero no ponemos la misma dedicación en nuestro propio bienestar. Cada vez que me empieza a pasar me repito que tengo que estar bien para cuidar de los demás, que no soy egoísta si me doy un pequeño gusto, que no soy una súper mujer. Recuerda que el autocuidado es esencial para preservar tu salud en TODO aspecto. Parece un lujo, pero no lo es.
Sí hay esperanza
No asumas que porque las cosas siempre han sido de una manera, seguirán igual. Sí puedes mejorar tu vida. El cambio y la esperanza existen. Nuestro futuro lo vamos construyendo paso a paso, con cada acción que realizamos. La maravilla de ello es que podemos ir enmendando errores, corregir el rumbo y adaptarnos según se vaya desarrollando todo.
Cuéntame si estos consejos te ayudan a mejorar tu vida o por lo menos te inspiran para sentir que puedes cambiar lo que en estos momentos te abruma. Me encantaría apoyarte en este camino.